Historia en Libertad

domingo, noviembre 16, 2008

Grecia arcaica

La civilización de la Grecia clásica constituye una de las fuentes básicas de la civilización occidental. En Grecia nacieron, por citar sólo algunos de sus logros más espectaculares, la democracia, el pensamiento filosófico y el teatro. Pero esta civilización se desarrolló a lo largo de muchos siglos. De ahí la necesidad de establecer una periodización: época arcaica, época clásica (período muy breve, los siglos V y IV a. de C., pero de máximo florecimiento) y época helenística (consecutiva a la creación del imperio universal de Alejandro). Salvo en esta última etapa, nunca hubo unidad política entre los griegos, pero desde muy temprano tuvieron conciencia de pertenecer a una misma cultura, pues hablaban la misma lengua y tenían las mismas creencias religiosas.
Puerta de los Leones
LA "ÉPOCA HOMÉRICA". La invasión de los aqueos, a mediados del segundo milenio a. de C., dio lugar al nacimiento de la denominada civilización micénica (nombre que deriva de Micenas, su principal ciudad. -En la imagen izquierda: Puerta de los Leones de la ciudad de Micenas, ejemplo representativo de la civilización protagonizada por los aqueos-). Después de someter a las poblaciones indígenas, los aqueos destruyeron la civilización cretense (1400 a. de C.). Pero hacia el 1200 a. de C. una nueva invasión, la de los dorios, puso fin a su vez a la civilización micénica. Los dorios poseían armas de hierro, lo que les daba una superioridad militar indiscutible. Los aqueos huyeron, estableciéndose en Asia Menor. No obstante, algunas regiones de Grecia no fueron ocupadas por los dorios (por ejemplo, el Atica, donde vivían los jonios).
El mejor testimonio para el conocimiento de la sociedad griega de los siglos que siguieron a la invasión de los dorios lo constituyen, sin duda, los poemas homéricos (la Ilíada y la Odisea, cantos de diversas épocas, recogidos más tarde por el rapsoda Homero, que narran la destrucción de Troya por los aqueos). El mundo griego, desde el punto de vista político, era un mosaico de ciudades independientes (polis). En ellas ejercía un predominio indiscutible la aristocracia. Una oligarquía de eupátridas (los bien nacidos) poseía grandes propiedades territoriales, tenía la fuerza militar (sólo ellos podían mantener un caballo y disponer de un armamento costoso) y acaparaba el poder político (después de la desaparación de los reyes, que sólo subsistieron, y con una función meramente decorativa, en algunas ciudades). Era la típica sociedad belicosa descrita por la Ilíada, en la cual la masa popular no jubaba ningún papel. Los aristócratas justificaban su predominio con el hecho de que únicamente ellos pertenecían a los genos (agrupación de todos los que descendían de un antepasado común). Pero, al parecer, los genos fueron creados artificialmente por los propios aristócratas con la finalidad de dar apariencia legal a su posición.
LAS TRANSFORMACIONES DE LOS SIGLOS VIII-VI (a de C.). Durante los siglos VIII al VI a. de C. se produjeron en el mundo griego importantes transformaciones económicas y sociales, que tuvieron inmediata repercusión, tanto en la vida política como en la espiritual. Uno de los acontecimientos más singulares de la época fue la colonización. El aumento de la población y la falta de tierra incitaron a muchos griegos a salir del país, en busca de mejores zonas de asentamiento. Así se fundaron colonias en el Mediterráneo oriental, en el sur de Italia, en Sicilia y en el Mediterráneo occidental.
Colonizaciones griega y fenicia
En las colonias, los griegos conservaban las costumbres de su metrópoli de origen, con la que mantenían estrechos lazos. (En el mapa, una muestra de las colonizaciones griega y fenicia a lo largo de la cuenca del Mar Mediterráneo.)
Moneda griega
La colonización, unida a la difusión de la moneda (en la imagen derecha: figura de Zeus en una moneda griega), que desde Lidia pasó a Grecia hacia el siglo VII a. de C., dio un gran impulso al comercio y, por tanto, a la artesanía y a la fabricación de navíos. Cobró así notable fuerza un grupo social compuesto de armadores, hombres de empresa y comerciantes, es decir, el grupo que se había beneficiado de la expansión mercantil. Esta clase social deseaba romper el monopolio político que ejercían en las polis los aristócratas. En esta batalla encontró el apoyo de los pequeños campesinos, los cuales, agobiados por las deudas, se hallaban al borde del caos. Por su parte, la difusión de armas más ligeras, que permitía a sectores más amplios de la población tener acceso al ejército, también contribuyó a atacar la base del poder oligárquico.
Estas transformaciones económicas y sociales se reflejaron rápidamente en la vida política de las polis griegas, con la única excepción de aquellas que, como Esparta, no habían participado en la colonización. La aristocracia fue perdiendo terreno, al tiempo que se configuraba un sistema de gobierno democrático. Este proceso se desarrolló en una serie de etapas. Primero aparecieron los legisladores, que redactaban la ley para que ésta no fuera un monopolio de los aristócratas. La fase siguiente fue la de los tiranos, que hicieron una política de apoyo a los humildes, aunque al final nadie soportara su autoritarismo. Pero una vez desaparecidos los tiranos, ningún obstáculo se opuso al triunfo de la democracia.
La vida del espíritu también se vio conmovida por los profundos cambios que estaba experimentando el mundo griego. Si en los primeros siglos la epopeya homérica había simbolizado los ideales del helenismo, en la época de la colonización y de la génesis de la democracia se desarrollaron nuevas formas de expresión literaria, como la lírica. Al mismo tiempo nació el teatro, que brotó de los ditirambos que se celebraban en torno al altar de Dionisos, dios del vino. Pero la gran conquista intelectual de la época arcaica fue el nacimiento de la filosofía. Los principales focos de la vida intelectual se localizan en Jonia (zona costera del Asia Menor) y la Magna Grecia (sur de Italia). Tales de Mileto insistía en el principio único, Heráclito en el cambio, Parménides en lo permanente. Lo importante es que por vez primera se había intentado una explicación del mundo aplicando la razón, y rechazando la magia y las viejas creencias supersticiosas.

lunes, octubre 20, 2008

La Reconquista en España

711 - Invasión de los musulmanes.
718 ó 722 (no se sabe con exactitud) - Se inicia la Reconquista en Covadonga.
1492 - Los Reyes Católicos terminan la Reconquista con la toma de Granada.
Estas tres fechas nos indican claramente: 1.º Que la Reconquista, o sea la lucha de los cristianos para recuperar las tierras robadas por los musulmanes, se inicia casi inmediatamente después de la invasión. 2.º Que la Reconquista es un período muy largo de la historia de España, pues comprende ocho siglos.
Y nos será fácil comprender que la Reconquista tenga una gran influencia en el desarrollo histórico de España, porque ochocientos años han tenido que dejar necesariamente una fuerte huella en las formas de vida y en la personalidad de los españoles. Podemos ver esa influencia especialmente en la cultura, en la economía y en la personalidad de las regiones.
INFLUENCIA CULTURAL. La Reconquista no es una lucha continua durante ochocientos años, pues aunque los cristianos fueron aumentando constantemente sus territorios, hubo períodos en que cristianos y musulmanes vivieron en paz. Hubo entre ellos cordiales relaciones económicas, comerciales, culturales.
Así pues, además de lucha hubo convivencia, y como el nivel científico y artístico de los musulmanes era superior al de los cristianos de aquel entonces, éstos asimilaron muchos aspectos de la ciencia, del arte, de la literatura e incluso de las costumbres musulmanas.
En esta influencia cultural tienen mucha importancia los mozárabes, pues cuando se trasladaban a las tierras del Norte, huyendo de las persecuciones o llamados por los reyes cristianos para repoblar, llevaban consigo los elementos culturales del mundo en que habían vivido.
INFLUENCIAS ECONÓMICAS. Los musulmanes influyeron notablemente en el desarrollo de la agricultura española introduciendo nuevos cultivos en la Península y se preocuparon especialmente de los regadíos. Por eso hay en el idioma castellano tantas palabras de origen árabe en relación con la agricultura. Ese desarrollo de la agricultura favoreció la economía de los reinos cristianos, ya que a medida que iban reconquistando tierras, los cristianos asimilaban las nuevas formas de cultivo. Ahora bien, el aspecto económico en que más influyó la Reconquista fue en el reparto de la propiedad agraria, que en gran parte perduró hasta prácticamente la época actual.
Al Norte del Sistema Central, la Reconquista se realizó lentamente, porque los musulmanes eran fuertes y los cristianos no podían avanzar con rapidez. Las tierras reconquistadas se repartían y poblaban poco a poco y por eso en las tierras del Norte y en Castilla y León predomina la pequeña propiedad. Pero la reconquista de la Meseta Sur y de Andalucía fue muy rápida. Los musulmanes estaban ya divididos en los reinos de Taifas y los cristianos eran lo bastante fuertes para conquistar muchas tierras en poco tiempo. Los reyes daban grandes extensiones de tierra a la Iglesia, a las Órdenes Militares y a los nobles, para que les prestaran ayuda contra los musulmanes. Así nacieron los latifundios, grandes propiedades, que en parte subsistieron durante muchísimos siglos en esas regiones.
INFLUENCIA EN LA PERSONALIDAD DE LAS REGIONES. Aunque hubo períodos de paz, la Reconquista significa una larga lucha de ocho siglos. Esta característica influyó fuertemente en el español medieval, que fue esencialmente un luchador valeroso, en especial en las zonas fronterizas, donde el hombre tenía que estar siempre dispuesto a la defensa, siempre preparado para el ataque. Surge así el "hombre de frontera", que es al mismo tiempo campesino o ganadero y guerrero.
Para comprender la gran importancia de la Reconquista en la formación de la personalidad hispánica, hay que pensar que la invasión musulmana apartó a España de Europa y durante varios siglos la historia de España fue distinta de la historia de Europa, a causa precisamente de esa actividad bélica constante que es la Reconquista.
Por ejemplo, en España puede decirse que no existió el feudalismo -de cuyos caracteres sociales ya hablamos-, porque la necesidad de repoblar las tierras reconquistadas hacía que los reyes concedieran privilegios y libertades a los repobladores y, por tanto, en la España cristiana domina el campesino libre frente a los siervos de la Europa feudal.
Además, a la Reconquista se debe la formación, siglo tras siglo, de las regiones históricas españolas. Según el mayor o menor contacto con los musulmanes, según su actuación en la Reconquista, la amplitud de las tierras que llegaran a conquistar, nacen las diferencias regionales.
LOS PRIMEROS SIGLOS DE LA RECONQUISTA. Los musulmanes nunca pudieron dominar las zonas montañosas del Norte y en ellas surgieron los núcleos de resistencia con los que se inició la Reconquista de España.

Núcleos de resistencia cristianos

El primer reino que se constituyó frente a los musulmanes fue el reino de Asturias, cuyo primer rey, un noble visigodo llamado Pelayo, venció a las tropas del emir en Covadonga. Este reino asturiano fue progresando con dificultades y muy lentamente a lo largo de los siglos VIII y IX, pero a principios del siglo X habían sido reconquistadas ya las tierras del Duero occidental y durante algún tiempo este río fue la frontera entre cristianos y musulmanes.
Mientras tanto, en la España oriental habían surgido otros dos focos reconquistadores: el reino de Navarra y la Marca Hispánica. Se llamaba Marca Hispánica a las tierras del Norte de la actual Cataluña, que fueron arrebatadas a los musulmanes por Carlomagno y divididas en condados, que estuvieron bajo el dominio de los reyes francos hasta el siglo X.

Castillo de Gormaz

LA REPOBLACIÓN DE LAS TIERRAS RECONQUISTADAS. Por lo que hemos comentado antes de la influencia de la Reconquista en la cultura y la economía, resulta obvio que era más importante la repoblación de unas tierras que la mera conquista de éstas. Ambas cosas estaban relacionadas. Cuando los cristianos conseguían reconquistar un territorio y expulsar a sus habitantes musulmanes, esas tierras quedaban despobladas durante un tiempo más o menos largo, por dos motivos principales: porque era peligroso habitarlas y porque los habitantes de la España cristiana eran muy escasos. Pero estaba claro que, mientras no se poblara el territorio reconquistado, no se podía avanzar más en la Reconquista. Al hallarse deshabitado, era una especie de "tierra de nadie" donde tanto cristianos como musulmanes realizaban correrías que la hacían aún más inhabitable. Era, pues, preciso repoblar, atraer a ellas habitantes que fundaran aldeas y ciudades, cultivaran los campos y levantaran castillos para defenderse en caso de nuevos ataques de los musulmanes. (En la imagen -superior- el Castillo de Gormaz, una impresionante fortaleza árabe construida en el siglo X en la frontera entre cristianos y musulmanes, en el Alto Duero. Por su posesión lucharon duramente los castellanos del siglo XI, tal como refleja la miniatura del Beato de la catedral de Gerona -imagen inferior-.)
El sistema de repoblación no fue siempre el mismo. Hasta el siglo XI, la Reconquista fue lenta y la repoblación se realizó también lentamente, por medio de hombres libres o de monjes, que fundaban monasterios y ponían las tierras en cultivo. Y como los habitantes de la España cristiana eran tan escasos, había que acudir muchas veces a gentes de fuera de sus fronteras para la repoblación, como los francos, que acudían de Francia y otros países europeos. Incluso en la España musulmana encontraron repobladores los reyes cristianos; eran los mozárabes, con los cuales se repobló la zona del Duero en torno a Toro y Zamora.
Esta muralla defensiva que formaban las tierras repobladas apenas sirvió durante el siglo X. Los musulmanes eran tan poderosos en tiempos de Abderrahmán III y de Almanzor que en muchas ocasiones penetraron en las tierras fronterizas repobladas y volvieron a saquearlas y arrasarlas a degüello sin piedad alguna. Entonces era preciso repoblar de nuevo.
A partir del siglo XII, la repoblación se efectúa más rápidamente y en tierras más extensas, bien por medio de los Concejos o municipios, bien por medio de las Órdenes Militares. Además, hay que tener en cuenta otro aspecto importante de la repoblación: las tierras del Norte y del Valle del Duero quedaban abandonadas por su población musulmana, pero en las tierras más ricas, en el Valle del Ebro y en la región levantina, los musulmanes no abandonaron totalmente las tierras reconquistadas. Muchos de ellos se quedaban viviendo bajo el dominio de los mucho más permisivos cristianos, conservando su religión islámica. Se les llamó mudéjares y fueron un motivo más de influencia de la cultura musulmana en los reinos cristianos.

Torre de San Martín (Teruel)

En algunas zonas los mudéjares eran tan numerosos, que prácticamente no hacía falta repoblar, porque había habitantes suficientes y los reyes se limitaban a entregar el dominio de las tierras a los grandes señores, pero éstas seguían siendo cultivadas por los campesinos musulmanes. Por ello, los mudéjares fueron especialmente agricultores, aunque también destacaron en la construcción, creando un estilo arquitectónico que recibe el nombre de estilo mudéjar.
En Aragón se conservan muchos monumentos de arte mudéjar, entre ellos la torre de San Martín, en Teruel, obra del siglo XIV (en la imagen). Como elementos característicos de la arquitectura mudéjar se puede ver que se utiliza el ladrillo como material básico y que la decoración está compuesta por una serie de paños apaisados, lazos y arcos superpuestos y entrecruzados.
La repoblación tuvo una influencia especial en el desarrollo demográfico y económico. En la demografía, porque repoblar significa aumentar la población, no sólo a base de la ya existente, sino también por la llegada de francos y mozárabes o la permanencia de los mudéjares. En el aspecto económico, repoblar significa poner en cultivo nuevas tierras y aumentar la producción agrícola. Pero, además, en la Meseta y Extremadura se dedicaron grandes extensiones de tierras a la ganadería lanar, lo que permitió un desarrollo extraordinario de esta rama de la economía. Hubo también un mayor movimiento comercial, producido precisamente por la mayor extensión de las tierras dominadas por los reyes cristianos y la fundación de numerosas ciudades.
EL AVANCE GEOGRÁFICO DE LA RECONQUISTA. Los distintos reinos cristianos realizaron la Reconquista de Norte a Sur y en franjas paralelas. Avanzando cada vez más hacia el Sur, se fueron alargando las fronteras entre los reinos cristianos. A veces surgían litigios de carácter fronterizo, que se procuraba solucionar mediante tratados, aunque había territorios disputados entre dos reinos, como la Rioja, entre Navarra y Castilla, o la Tierra de Campos, entre Castilla y León. Además, el accidentado relieve peninsular impuso unas barreras naturales, difíciles de franquear. Por eso, en una primera etapa a los cristianos les cuesta mucho salir de las zonas montañosas del Norte. Después, el Duero se convierte en territorio fronterizo durante largo tiempo, porque es difícil salvar la barrera del Sistema Central. Cuando la conquista de Toledo permita llegar más allá del Tajo, hasta el valle del Guadiana, quedará otra barrera montañosa: la de Sierra Morena, frente a la cual los cristianos se ven retenidos por algún tiempo. Y, por último, los musulmanes resisten más de dos siglos en el reino de Granada, amparándose en el abrupto relieve de esa región. Hay, además, una especie de espina dorsal que atraviesa la Península de Noroeste a Sureste: es el Sistema Ibérico, que sirvió de frontera natural entre Castilla y Aragón, impidiendo que Aragón se ensanchara hacia el Oeste y Castilla hacia el Este.
Los reinos del Oeste: Portugal, León y Castilla, avanzaban más deprisa que Aragón por el Este. Esto también tiene una explicación geográfica en parte: las tierras del Valle del Ebro, de Levante y de Andalucía eran más ricas agrícolamente que las del Centro y Oeste, y por eso los musulmanes se hicieron fuertes en ellas y resultó más difícil expulsarlos de allí. Es más, como ya se ha dicho, a medida que estas tierras eran reconquistadas no quedaban despobladas como las de la Meseta, sino que sus pobladores musulmanes permanecían en ellas, convirtiéndose en mudéjares.
A principios del siglo X, el reino de Asturias pasó a llamarse reino de León, cuando la capital fue trasladada a esta antigua población romana y se repobló el valle del Duero. Durante este siglo fueron frecuentes las luchas civiles en el reino de León, lo que motivó la falta de coherencia para poder resistir a los ataques de Abderrahmán III y de Almanzor paralizándose la Reconquista.
Mientras, en la zona oriental del reino de León, en el valle del Duero, había surgido un territorio fronterizo de gran importancia para resistir los ataques de los musulmanes desde el Valle del Ebro. Este territorio había sido fortificado con numerosos castillos, y por ello, recibió el nombre de tierra de castillos o Castilla. Estaba gobernada por condes que dependían de los reyes de León hasta que, a mediados del siglo X, el conde Fernán González se consideró bastante poderoso para separarse del dominio leonés y declarar la independencia de Castilla. A partir de entonces, el condado de Castilla demostró un ímpetu y gallardía extraordinaria en la Reconquista.
También la España oriental tuvo que soportar los ataques de Almanzor, que llegó a saquear Barcelona. En general, los condados catalanes avanzaron poco; el más importante era el de Barcelona, que se fue anexionando otros condados y rompió los últimos lazos de dependencia con los reyes francos. Y el pequeño reino de Navarra aumentó su extensión al unírsele el condado pirenaico de Aragón.
A principios del siglo XI ocurre en la España musulmana un hecho que sería trascendental para el desarrollo de la Reconquista: el Califato desaparece y surgen los reinos de Taifas. Así, divididos y debilitados, los musulmanes no pueden oponerse con tanta fuerza al empuje de los cristianos. Se inicia en este momento la segunda etapa de la Reconquista, caracterizada por las grandes conquistas cristianas.

Reconquista española

Descuella entonces el reino de Navarra, gracias a la personalidad de su rey Sancho III el Mayor, que llegó a ejercer una verdadera hegemonía sobre los demás reinos cristianos. Este rey dominó varios condados pirenaicos y unió Castilla a su corona. Su autoridad fue reconocida por los demás reyes peninsulares, y como su reinado coincidió con la decadencia del Califato de Córdoba, después de la muerte de Almanzor pudo imponerse a los musulmanes. Sancho III se preocupó también de la cultura: protegió el camino de Santiago y procuró que los monjes cluniacenses se estableciesen en sus territorios.
Al morir, Sancho III dividió las tierras que poseía entre sus hijos. Este hecho es muy importante, porque además de dejar Navarra al hijo primogénito, dejó a otros dos Castilla y Aragón, no como condados, sino con el título de reinos. Se inaugura entonces un nuevo período de la Reconquista, en el cual Castilla y Aragón llevarán la iniciativa en la lucha contra los musulmanes, mientras Navarra pierde importancia, pues no puede proseguir la Reconquista al quedar encerrada territorialmente entre Castilla y Aragón.
En cuanto al reino de León, se unió a Castilla poco después, y aunque volvieron a separarse más tarde, la unión sería definitiva ya en el siglo XIII.
La Reconquista será a partir de ahora muy rápida, porque los musulmanes estaban divididos en los reinos de Taifas. Además, los reyes cristianos les obligarán a pagar unos tributos en dinero: las parias, que contribuirán en gran manera al progreso económico de los reinos cristianos.
Nace también Portugal. Fernando I, hijo de Sancho III y primer rey de Castilla, había anexionado León y conquistado a los musulmanes tierras al Sur de Galicia. Su hijo Alfonso VI conquistó el reino de taifa de Toledo, con lo cual las tierras de León y Castilla llegaron hasta más allá del Tajo. Durante el reinado de Alfonso VI se crea el condado de Portugal, que se extendía del Miño al Tajo y pronto se convertiría en reino independiente. El reino de Portugal reconquistó una extensa franja de tierra a orillas del Atlántico y sería pronto un país de marinos y comerciantes.
Después de la conquista de Toledo por Alfonso VI, los reyes de Taifas temieron ser expulsados totalmente de la Península y pidieron ayuda contra los cristianos a los almorávides, pueblo procedente del Sáhara y recién convertido al Islamismo, que había constituido un imperio en el Norte de África.
Durante algún tiempo los almorávides dominaron en la España musulmana y vencieron en varias ocasiones a los cristianos, impidiendo el avance de la Reconquista. Los almorávides eran fanáticos mahometanos, por lo que entonces la Reconquista adquirió un carácter de guerra religiosa que no había tenido antes.
Los almorávides fueron vencidos en el Norte de África por otro pueblo musulmán, los almohades, y también estos invadieron la Península y dominaron a los musulmanes españoles.
A principios del siglo XIII el rey de Castilla Alfonso VIII quiso hacer frente a los almohades y para ello pidió ayuda a los demás reyes cristianos y al Papa. Los reyes Pedro II de Aragón y Sancho VII de Navarra acudieron al frente de sus tropas, el Papa Inocencio III predicó cruzada y muchos caballeros europeos vinieron a la Península. Reunió así Alfonso VIII un ejército de cien mil infantes y unos diez mil caballeros, que avanzó hacia Sierra Morena, atravesó Despeñaperros y venció a los almohades en la batalla de Las Navas de Tolosa, en julio de 1212. Con esta victoria no sólo acabó el poder almohade en España, sino que además quedó abierto para Castilla el camino hacia el Valle del Guadalquivir, iniciándose así la última etapa de la Reconquista.
La labor realizada por Alfonso VIII permitió a su nieto Fernando III el Santo reconquistar el Valle del Guadalquivir. Fernando III había unido, ya definitivamente, las coronas de Castilla y de León y conquistó Córdoba, Jaén y la importante plaza de Sevilla, donde por primera vez aparece una importante flota de guerra en la historia de Castilla.
Su hijo Alfonso X el Sabio conquistó Murcia y, como la región levantina había sido reconquistada por Aragón, ya sólo quedaba a los musulmanes españoles el reino de Granada, que perduraría hasta el siglo XV.
Como se ha comentado, desde el siglo XI Navarra había quedado arrinconada, mientras Aragón empezaba a adquirir importancia en la Reconquista, sobre todo después de la toma de Zaragoza en 1118.
La Corona de Aragón fue avanzando en la Reconquista durante el siglo XII y al mismo tiempo se preocupa por los asuntos europeos, pues los condes de Barcelona eran dueños de importantes tierras en el Sur de Francia.
A principios del siglo XIII, reina en la Corona de Aragón Jaime I el Conquistador, contemporáneo de Fernando III. Jaime I arrebató a los musulmanes la isla de Mallorca y el rico reino de Valencia, tras largos años de lucha.

Reconquista española

Ambos reyes, Fernando III y Jaime I, firmaron el tratado de Almizra, mediante el cual decidieron qué tierras pertenecerían a Castilla y cuáles a la Corona de Aragón de las que quedaban por reconquistar en el Sureste de la Península, para evitar conflictos entre los dos.
Ya veremos en otras entradas en el blog -donde profundizaremos intensamente además en aspectos más concretos de la Reconquista- cómo a partir de entonces, Castilla casi abandona la misma, mientras la Corona de Aragón, terminada la reconquista de los territorios que le correspondían, se lanza a navegar por el Mediterráneo, y Portugal lo hacía por el Atlántico, dando nuevo rumbo a la historia de España.

domingo, octubre 12, 2008

La expansión del cristianismo

Desde los primeros tiempos del imperio se estaba difundiendo en el mundo romano una nueva religión, que iba a tener en el futuro una enorme trascendencia, el cristianismo.
LOS ORÍGENES DEL CRISTIANISMO. La génesis del cristianismo se encuentra en la predicación de Jesús, cuya vida y cuya doctrina conocemos gracias a los Evangelios.
Jesús nació en Galilea, en el año 753 de la supuesta fundación de Roma (su fecha de nacimiento sirve de base para el cómputo de la llamada era cristiana, vigente en nuestros días). Después de una vida oscura y modesta, hacia los treinta años comenzó a recorrer Judea y Galilea, es decir, el mundo judío, en el que él había nacido, con objeto de transmitir su mensaje. En el complejo mundo espiritual judío de la época, la doctrina de Jesús aportaba ideas sustancialmente nuevas. Jesús predicaba la humildad, la caridad y el amor fraterno, y anunciaba la vida eterna. Él era el Mesías, el Hijo de Dios. Pero a diferencia del Mesías que los judíos esperaban, un Mesías triunfador que les vengaría de sus pasadas desgracias, Jesús anunciaba el juicio final, mediante un mensaje claro y sencillo, dirigido a todos los hombres y no sólo a los hebreos. Perseguido por las autoridades de la época, fue condenado a morir crucificado. Pero la noticia de su resurrección, rápidamente propagada por sus seguidores, le daba un extraordinario prestigio, pues confirmaba su naturaleza divina.
LA DIFUSIÓN INICIAL DEL CRISTIANISMO. Sus enseñanzas se difundieron con una enorme rapidez, debido al celo de sus discípulos, los apóstoles. Pedro, después de predicar entre los judíos de Palestina y de Siria, se trasladó a Roma. Tomás, al parecer, llevó la doctrina cristiana fuera de las fronteras del Imperio, llegando a la India. Pero el personaje clave en la propagación del cristianismo fue, sin duda, Pablo de Tarso. Buen conocedor de la cultura helenística, Pablo era un judío que poseía la ciudadanía romana. Ganado tardíamente al cristianismo, desarrolló una actividad infatigable como misionero en Asia Menor y en Grecia.
La nueva doctrina ganó sus adeptos principalmente en las ciudades, entre los esclavos y los artesanos. Las enseñanzas morales y la promesa de salvación eran los aspectos fundamentales de la nueva religión y la causa de su rápido éxito.
A fines del siglo II el cristianismo se extendía desde el Mediterráneo occidental hasta Egipto y Siria. Los fieles de cada comunidad local se reunían para la celebración del culto. Al frente de cada iglesia se hallaba un obispo. En un principio la Iglesia madre fue la de Jerusalén, pero después de la destrucción de la ciudad por el emperador Tito pasó a ocupar el primer puesto Roma. No obstante, el cristianismo era mal visto por el gobierno imperial, debido a su organización a base de círculos cerrados, y porque negaba el culto al emperador. Por eso, desde mediados del siglo I, arreciaron las persecuciones. Pero éstas no impidieron, en modo alguno, el progreso de la nueva religión.
Expansión del cristianismo en sus primeros siglos con un claro peso de la zona oriental del Mediterráneo
EL CRISTIANISMO DESPUÉS DEL EDICTO DE MILÁN. El panorama cambió radicalmente desde que Constantino, en el año 313, concedió el llamado Edicto de Milán, que reconocía la libertad de acción para los cristianos. Aunque posteriormente hubo algunos retrocesos (el emperador Juliano el Apóstata intentó restablecer la primacía del paganismo), Teodosio, a fines del siglo IV, convirtió al cristianismo en religión del Estado romano. Esta situación tenía muchas ventajas para los cristianos, pero también ofrecía graves inconvenientes, pues la libertad de acción de la Iglesia quedaba bastante limitada. El cristianismo continuó su progresión. Llegó a Irlanda, en donde destacó la obra del misionero Patricio, y se extendió entre los godos, una rama de los germanos, gracias a la predicación del obispo Ulfilas, si bien éste difundió una versión herética del cristianismo. Efectivamente, en el siglo IV surgieron interpretaciones doctrinales de tipo herético, las más importantes la donatista, que se difundió por el norte de África, y la arriana. Para precisar la doctrina fue necesaria la convocatoria de concilios, de los cuales el más importante fue el de Nicea del año 325. Del seno del cristianismo primitivo salieron figuras intelectuales de gran relieve, entre ellas Orígenes, San Jerónimo y especialmente San Agustín.
Simultáneamente surgió un arte específicamente cristiano, al servicio de las necesidades de la nueva religión. Antes de Constantino los cristianos se reunían en las catacumbas, que decoraban a base de escenas o figuras que tenían un valor simbólico, como el cordero. Después del edicto de Milán se edificaron numerosos templos, tomando como modelo las basílicas romanas. Por su parte, los sarcófagos nos han legado un rico muestrario de la escultura paleocristiana.

Mucha más historia aquí.

lunes, septiembre 22, 2008

El hombre americano. (Su origen.) El poblamiento en América

A pesar de que se ha avanzado mucho en el conocimiento del pasado indígena americano, sólo hay una idea incompleta, tanto del tipo étnico al que pertenece, como de sus pasos en el poblamiento.
Desde el mismo siglo XVI comenzaron a preguntarse -especialmente los misioneros, por razones obvias- quién era étnicamente el hombre americano, de dónde llegó a América y cuándo comenzó a instalarse en el continente. Como es lógico, de todas estas cuestiones la que más preocupaba era la filiación y procedencia, empeñados en encontrar alguna información bíblica.
ORIGEN DEL HOMBRE AMERICANO. Ninguna cultura ha escapado a los interrogantes sobre sus orígenes, y ante esta cuestión, las culturas primitivas de todo el mundo han buscado explicaciones míticas que relacionasen a los hombres con sus dioses y con unos lugares generalmente distintos a aquellos en los que habitaban. Esta misma pregunta se hicieron los españoles cuando llegaron al Nuevo Mundo, y la cantidad de respuestas que se dieron fue grande. Así resumía José Acosta aquella perplejidad en su obra 'Historia Natural y Moral de las Indias', diciendo -como era el sentir común- no poder negarse lo que la "Divina Providencia enseña", es decir, haber procedido todos de un hombre, y por tanto habrían pasado hombres de Europa, Asia o África a América.
Entre los científicos del siglo XVIII y épocas sucesivas, se ha generalizado la creencia de que los aborígenes americanos eran pueblos muy relacionados con los mongoloides de Asia, que habrían emigrado a América cruzando el estrecho de Bering en fechas recientes, quizás durante la última glaciación e incluso en épocas postglaciares.
¿Quiénes eran las gentes que poblaron América? Para la mayoría de los antropólogos físicos se trataría de elementos mongoloides, aunque también parece evidente la presencia de rasgos físicos de características australoides, melanesoides e incluso caucasoides, que quedan recogidas en las diferentes teorías planteadas en época reciente:
1.Teoría autoctonista, de F. Ameghino.- Florentino Ameghino fue el máximo representante del autoctonismo, hasta el punto de que hizo arrancar de la pampa argentina la cuna de la humanidad. Halló unos restos en unas capas muy antiguas y pensó que se trataba de restos humanos, bautizándolos con el nombre de Prothomo Platensis. Según él, este hombre habría poblado no sólo América, sino que desde allí habría pasado a Asia -dando lugar a la raza amarilla- y a Europa; este grupo europeo se habría dividido en dos ramas: una de ellas evolucionaría por la vía de la "bestialización" y sus restos estarían representados por la mandíbula de Mauer. La otra rama evolucionaría hacia la "humanización" dando lugar a la raza blanca y al Homo Sapiens.
Si bien en su momento fue aceptada, después se vio que los restos encontrados estaban mal datados y que había mezcla de restos humanos y de animales, por lo que a comienzos del siglo XX fue rechazada. No obstante, el mérito de la misma está en que dio una respuesta y obligó a realizar investigaciones que la apoyaran o la rechazaran.
2.Teoría del origen unirracial y asiático, de Alex Hrdlicka.- El enfrentamiento entre las teorías autoctonistas y las contrarias se produce en 1910, en el Congreso Internacional de Americanistas celebrado en Buenos Aires. La idea triunfante en este congreso defendió, por una parte, que el continente americano era muy reciente, y por otra, el origen asiático del indígena americano. Así pues, se consolida la teoría española, que el propio Las Casas generalizó en la Apologética, de que los indios procedían de Asia. Se defendía que un grupo de mongoloides asiáticos habría pasado en fecha no anterior al 5000/4000 a.C. y habría poblado el continente con exclusividad, dando origen a la gran variedad de los pueblos americanos actuales.

Culturas precolombinas

La cultura llevada por estos primeros pobladores era poco evolucionada y tosca -según los defensores de esta tesis-, y el paso lo habrían realizado a través de Bering. También se defendía una base étnica idéntica para todos los indios americanos. Es precisamente en este punto donde se produjo la reacción, ya que una sola raza no podía haber dado lugar a la gran variedad étnica, somática, etc., americana.
3.Tesis del origen múltiple de los amerindios, de Paul River.- La idea expuesta anteriormente será atacada por Paul River, el cual se opone a la uniformidad del hombre americano y expone sus teorías marcando nuevas corrientes, en las que acentúa el origen múltiple. Admite que la corriente mayoritaria de pobladores hacia América estuviera formada por gentes mongoloides, pero no serían los únicos pobladores que llegaron a estas tierras, sino que se les uniría el componente malayo-polinésico y el australoide. Con respecto al paso de estos últimos se planteaba el problema de su escaso conocimiento de técnicas marítimas y la no posesión de embarcaciones, problema que solucionó diciendo que habría utilizado para su paso las embarcaciones de los malayo-polinésicos. Pero pronto cambió la explicación por la de Mendes Côrrea, que defendía el paso a América a través del continente Antártico, en un momento en el que las condiciones climáticas eran diferentes a las actuales.
Con respecto a los malayo-polinésicos, su paso no plantea problemas por ser buenos marinos, con embarcaciones y técnicas avanzadas. Según River su paso sería posterior al de los australianos y anterior al de los asiáticos. Después se habría superpuesto la llegada de los mongoloides, que al ser muy numerosos, habrían dado cierta uniformidad. Tras la llegada de los mongoloides se habría producido una última oleada, cuyos representantes más conocidos son los esquimales.
La importancia de esta teoría está en que concierta la uniformidad exterior y la diversidad interior.
Además de estas teorías existen otras, como la de Imbelloni, autor que defendió que cada grupo étnico en América fue resultado de la emigración de una oleada distinta de gentes extraamericanas, y que según él serían siete. Es quizás la teoría más completa y compleja, aunque no responde a todos los interrogantes planteados sobre el origen del amerindio y del poblamiento. Otras teorías son las de J.B. Birdsell y la de P. Bosch Gimpera, que a pesar de tener alguna relevancia tampoco solucionan los problemas planteados.
CONCLUSIONES SOBRE EL ORIGEN Y EL POBLAMIENTO DE AMÉRICA. A pesar de la gran cantidad y variedad de teorías existentes no hay todavía una respuesta que dé solución a todos y cada uno de los interrogantes planteados. En principio está arrinconada la teoría del autoctonismo del hombre americano. Se admite que su origen estuvo en un tronco premongoloide del Asia oriental, que llegaría a América en varias oleadas; lo único que se sabe de fecha cierta, es que antes del 35000 a.C. ya ha llegado al sur de Estados Unidos, ya que en Lewisville se ha encontrado un yacimiento en el que aparecen industrias líticas.
El camino admitido para el paso es Bering, con unas condiciones climáticas diferentes a las actuales; la gente pasaría siguiendo la caza, pero no conscientemente, por lo menos en un principio.
Los primeros inmigrantes tendrían una cultura muy inferior. Sobre estos grupos se superpondrían nuevos grupos de invasores, siendo los esquimales los últimos en llegar. Una vez poblado el continente y cerrado el paso por Bering, hubo una gran dispersión y formación de grupos pequeños, lo que llaman los arqueólogos bandas, que serían nómadas. Esta dispersión es lo que explicaría la diversidad lingüística y étnica posterior.
A pesar de estar separados, hay relaciones entre ellos, y así, los descubrimientos realizados se trasladarían de unos grupos a otros, aunque pudiesen existir núcleos marginales. También algunos autores admiten la existencia de contactos transpacíficos y transatlánticos, incluso en épocas medievales, con lo que trata de explicarse la gran diferencia cultural de los mayas -que serían gentes de origen indonésico- con los grupos primitivos. Pero esto es ya otra cuestión: el difusionismo o el antoctonismo de las culturas.
La antigüedad del poblamiento varía, dependiendo de la aceptación o no de los restos en que se apoya, aunque la mayoría de los prehistoriadores americanos aceptan como fecha de una primera oleada el 40000 a.C., y de una segunda hacia el 25000 a.C.

miércoles, septiembre 10, 2008

El sistema feudal

El feudalismo no fue sólo una organización política y social, sino que influyó en todos los aspectos de la vida de Europa durante varios siglos. La influencia del feudalismo fue muy fuerte en la economía, pues la falta de comunicaciones entre los países y el peligro de las invasiones acabaron casi completamente con el comercio internacional. El espíritu guerrero de la nobleza feudal les llevó a organizar las Cruzadas, grandes expediciones internacionales para rescatar los Santos Lugares del poder de los turcos. El feudalismo se infiltró incluso en la Iglesia, y los emperadores alemanes llegaron a investir a los obispos y abades, considerándolos vasallos suyos en el aspecto temporal. Por otra parte, la Iglesia tuvo una gran importancia en el desarrollo de la cultura y el arte, que tuvieron un carácter en gran parte religioso. Vamos a ver todos estos aspectos del feudalismo de una manera general:
LA ECONOMÍA DEL MUNDO FEUDAL SE BASABA EN LA POSESIÓN DE LA TIERRA. Durante los siglos del feudalismo la vida económica quedó reducida a lo más elemental. Apenas había relaciones comerciales entre unos países y otros, ni entre unas regiones y otras del mismo país. Cada pueblo, cada comarca, cada país procuraba vivir con lo que producía. Esto es lo que se llama una economía cerrada. Por ello la base de la riqueza estaba en la posesión de tierras y en la explotación de la agricultura y de la ganadería. Sólo se procuraba obtener lo que se necesitaba para la alimentación diaria, pues si había productos excedentes no servían para nada, ya que no existía el comercio. Así pues, un año de sequía o unas tempestades producían escasez de alimentos, hambre y muertes. Se cultivaban principalmente los cereales, con técnicas muy rudimentarias, y frutales y vid donde el clima lo permitía. Era importante el aprovechamiento de la madera y frutos del bosque. A partir del siglo XI se inició en Europa occidental una amplia labor de puesta en cultivo de tierras hasta entonces improductivas: bosques y terrenos pantanosos, que eran roturados, desecados y cultivados. En esta labor destacaron especialmente los monjes de los monasterios. Y es que los monasterios de la época feudal fueron, además de centros de cultura, importantes focos de expansión agrícola.
LA IGLESIA Y EL MUNDO FEUDAL. En el siglo V, San Benito había creado la orden benedictina para los hombres que quisiesen dedicarse a la vida religiosa viviendo en comunidad y sometidos a una regla. Pronto hubo numerosos monasterios benedictinos por toda Europa occidental y, al extenderse el feudalismo, los centros monásticos se convirtieron en uno de los elementos esenciales del sistema. Puesto que la base de la economía era la posesión de tierras y el cultivo de las mismas, los monasterios tuvieron grandes posesiones territoriales, que les concedían los reyes o los señores, o bien "tierras de nadie", que los monjes ponían en cultivo. Así, pues, los monasterios estaban aislados, en el campo fuera de las poblaciones, y se convirtieron en centros agrícolas, donde los monjes producían todo lo que necesitaban para vivir. Cada uno tenía una misión: mientras unos trabajaban la tierra, otros tejían y otros estudiaban o copiaban libros. Porque los monasterios fueron también importantísimos centros de cultura durante la época feudal.
Monasterio de Cluny
Los cluniacenses. En el siglo X se fundó en Francia la abadía de Cluny, cuyos monjes renovaron el espíritu religioso de los benedictinos. A partir del siglo XI, los cluniacenses se extendieron por toda Europa, y los monasterios de esta orden contribuyeron extraordinariamente al desarrollo agrícola y cultural, se preocuparon de las peregrinaciones a Santiago de Compostela (España), de hacer menos duras las costumbres feudales; es decir, tuvieron una influencia enorme en el mundo que les rodeaba. Además, los cluniacenses construyeron los monasterios de su orden según un estilo arquitectónico que se llama románico y que también extendieron por toda Europa. (En la imagen: Grabado del siglo XVIII que representa el monasterio francés de Cluny, hoy desaparecido.)
LAS CRUZADAS SON UNA REPRESENTACIÓN DEL ESPÍRITU GUERRERO DE LA NOBLEZA FEUDAL. En el siglo XI, los turcos habían conquistado el Califato árabe y, por tanto, se habían apoderado también de Jerusalén. Los turcos eran musulmanes, pero más fanáticos que los árabes, e impidieron las peregrinaciones de los cristianos a Tierra Santa. El espíritu caballeresco y feudal de esta época impulsó a organizar las Cruzadas: expediciones religiosas y militares para rescatar los Santos Lugares del poder de los turcos. Las Cruzadas fueron ocho a lo largo de los siglos XI a XIII, y aunque en un principio se recuperó Jerusalén, al fin los Santos Lugares quedaron en manos de los turcos. Sin embargo, las Cruzadas tendrían importantes consecuencias para el desarrollo cultural de Occidente, pues al aumentar las relaciones entre los países se fue iniciando la decadencia del feudalismo. Muy importante fue el influjo de las Cruzadas en el desarrollo comercial a través del Mediterráneo, que fue reanudado después de varios siglos, con lo cual se iniciaría un nuevo sistema económico. Además, los monumentos romanos y bizantinos que los cruzados vieron en Oriente influyeron también en el desarrollo del arte románico que se estaba extendiendo en esta época.

jueves, agosto 14, 2008

Valores racionales de la cultura griega

Si los griegos han llegado a esta organización de la política y de las relaciones entre los ciudadanos, se debe a que son esencialmente racionales. Es decir, que aplican la razón a todos los aspectos de la vida y de la cultura. Ello les lleva a crear una religión racionalista y a dar un impulso extraordinario a la filosofía, que les permitirá explicar las causas y efectos de las cosas naturales.
LA RELIGIÓN GRIEGA. Se dice que la religión griega era racionalista porque estaba creada por hombres para ser fácilmente comprendida por la razón humana. Era una religión politeísta y muy simple, pues imponía muy pocos preceptos. Los dioses representaban fuerzas de la naturaleza y se consideraba que tenían forma humana y los mismos sentimientos y pasiones que los hombres, pero eran inmortales y extraordinariamente poderosos.
El padre de los dioses era Zeus, dios del rayo, que vivía en la cumbre del Olimpo, el monte más alto de Grecia. Hermanos de Zeus eran Poseidón, dios de los mares, y Hades, dios del Averno, o reino de los muertos. Entre los numerosos dioses griegos podemos destacar a dos de los hijos de Zeus: Palas Atenea, diosa protectora de Atenas, y Apolo, que representaba al sol y protegía las artes.
LOS JUEGOS OLÍMPICOS. Un santuario griego muy importante fue el dedicado a Zeus en la ciudad de Olimpia, donde se veneraba especialmente a este dios. Cada cuatro años -desde el siglo VIII a. de J.C.- se celebraban en Olimpia unos juegos en honor de Zeus durante cinco días.
A estos juegos acudían atletas de toda Grecia, suspendiéndose en esos días las guerras que pudiese haber entre las ciudades. Se celebraban carreras de carros y pruebas de atletismo: carreras, lanzamiento de disco y jabalina, lucha libre. Los atletas vencedores eran considerados héroes en su ciudad. Estos juegos se reanudaron a finales del siglo XIX y, como debes saber, tienen carácter internacional.
LA FILOSOFÍA Y LA CIENCIA. El triunfo de la razón y la defensa de la libertad individual quedan bien patentes en la filosofía griega, que quiere decir amor al saber e intenta explicar todas las cosas lógicamente. El primer gran filósofo ateniense de la Edad de Oro fue Sócrates, cuyo pensamiento fue recogido por su discípulo Platón, quien se nos muestra como el más alto exponente del genio griego. Posterior a ellos es Aristóteles, cuyas obras, que comprenden todas las ramas del saber humano, fueron muy estudiadas en la Edad Media.
También se ocuparon los griegos de las ciencias, que a veces se confunden con la filosofía, como en el caso de Aristóteles. Figura destacada fue Hipócrates, el iniciador de la medicina científica.

viernes, agosto 01, 2008

Hispanoamérica en el siglo XIX (Los conflictos fronterizos)

Al producirse la emancipación hispanoamericana en el continente los nuevos Estados se organizaron sobre la base de las antiguas divisiones político administrativas (audiencias y gobernaciones) o militares (capitanías generales).
El criterio para fijar las fronteras fue el principio jurídico utipossidetis iuris que fue sancionado por U.S.A. en 1856 respetando los límites territoriales de las "colonias Europeas en América".
Bolívar era partidario de una confederación de Estados, "ya que las repúblicas americanas tienen un origen, una lengua, unas costumbres y una religión" (Jamaica, 1815). Con posterioridad quiso preservar la unidad de bloques: Ecuador, en la Gran Colombia; el Alto Perú (Bolivia), y la región platense. Porque su perspectiva se proyectaba al futuro y se basaba en las grandes circunscripciones virreinales.
IDEAS DE INTEGRACIÓN AMERICANA EN EL XIX. Las dificultades para la unificación se manifestaron desde el principio. La geografía física ofrece marcos naturales muy delimitados. Los grandes ríos no han sido caminos de comunicación y relación interna. Los elementos humanos muy mezclados y diversos quisieron conservar en todo momento su influencia. Criollos y mestizos, los organizadores de los nuevos Estados, no podían prescindir de su particularismo o de su cantonalismo. Cada marco fue un foco de independencia, en torno a los núcleos urbanos establecidos para lograr el contacto y la conservación de los grupos humanos preexistentes.
Los ideales de Bolívar fracasaron en el Congreso de Panamá (1826). Falló la Confederación centroamericana (1839), la Gran Colombia (1830), México perdió dos millones de kilómetros cuadrados que pasaron a U.S.A. El interés de U.S.A. y el separatismo llevaron a la división de Panamá. El camino seguido por Hispanoamérica fue el de la desintegración. La construcción de una entidad de orden superior exige siempre la posesión de un propósito común y un objetivo trascendente. Pero Hispanoamérica fue hija de la ilusión de la acción (aventura romántica). El objetivo concreto de su burguesía era egoísta.
LOS CONFLICTOS FRONTERIZOS EN EL XIX. Casi todos los Estados hispanoamericanos discutieron entre sí por las fronteras.
Entre 1825 y 1828 la banda oriental del estuario del Plata originó la guerra de Brasil y Argentina. La intervención de Gran Bretaña dio lugar a la creación de Uruguay en la zona del litigio.
Entre 1865 y 1870 el dictador paraguayo Solano López se propuso, a imitación de Napoleón III, dominar en la región platense. Brasil, Argentina y Uruguay obtuvieron la victoria en la llamada Guerra Grande. Perdió Paraguay parte de su territorio en la "Mesopotamia" y vio reducida su población desde más de un millón de habitantes (1863), a los 231.000 en 1872.
Perú, Bolivia y Chile, entre 1876 y 1879 promovieron la guerra del salitre por el territorio de Atacama, tras la cual Bolivia quedó privada de salida al mar.
México, frente a U.S.A. en la guerra de 1846-1848, sufrió la pérdida de Texas, Nuevo México y Alta California (2.300.000 km2).
La cuestión del Chaco dio lugar a varios conflictos. En el siglo XIX las diferencias de Argentina y Paraguay (1875-76) fueron resueltas por el laudo arbitral del Presidente Hayes (1878) concediendo a Paraguay la zona comprendida entre el Pilcomayo y Arroyo Verde.

Mucha más historia aquí.

jueves, julio 31, 2008

Valores individuales de la cultura romana

Así pues, en un principio Roma no era más que una ciudad-estado que llegó a dominar la rica región agrícola de Lacio. Sin embargo, Roma llegó a constituir un gran imperio, mediante sucesivas conquistas. En primer lugar, Roma dominó toda la península italiana. Más tarde, dominó las islas cercanas, el Sur de la Galia, las costas mediterráneas de España y Grecia.
Durante el siglo I a. de J.C. la gran expansión romana continuó hacia Oriente por Asia Menor, Siria, Palestina y Egipto y hacia Occidente, terminando la conquista de Hispania y de la Galia. Así, al iniciarse la era cristiana, los romanos eran ya dueños de todas las costas del Mediterráneo, al que llamaron 'Mare Nostrum', y por todos estos territorios extendieron su lengua y su cultura.

Imperio Romano

Estas extensas conquistas romanas se apoyaban en una base muy sólida: la participación directa de los ciudadanos romanos en el gobierno y en el ejército, a través de una cuidada organización familiar, social y política. Para comprender la estructura política debemos conocer primero la sociedad romana, basada en el concepto de familia y en los valores del individuo.
LA SOCIEDAD ROMANA. Cuando Roma consiguió su independencia e inició la conquista de Italia, sus habitantes se hallaban divididos en dos grupos: patricios y plebeyos. Los patricios eran descendientes de los primeros pobladores de la ciudad y los dueños de las tierras; los plebeyos eran descendientes de las gentes que habían llegado a Roma posteriormente y desempeñaban diversos oficios. Los plebeyos eran unos ciudadanos de segundo orden, pues el gobierno estaba en manos de los patricios, y como las leyes no estaban escritas, sólo los patricios las conocían y las aplicaban a su gusto.
La desigualdad de derechos fue desapareciendo a lo largo de los siglos de luchas y conquistas, porque los patricios necesitaban de los plebeyos para defender la ciudad, para formar parte del ejército y para constituir su desarrollo económico. A mediados del siglo IV a. de J.C. los plebeyos habían conseguido todos los derechos políticos y podían ser elegidos para los cargos del gobierno igual que los patricios.
LA ORGANIZACIÓN FAMILIAR Y LA RELIGIÓN. Los romanos eran en principio un pueblo de campesinos, de pequeños propietarios que cultivaban la tierra por sí mismos o con la ayuda de esclavos. La familia romana es un núcleo tan fuerte que sobre ella se asientan la organización social, la política y la religiosa de los romanos. El padre era el jefe supremo de la familia en todos los aspectos: era el dueño de todos los bienes y poseía incluso el derecho de vida o muerte sobre la esposa y los hijos. Era también el sacerdote, pues la primitiva religión romana era muy simple y cada familia tenía sus dioses particulares: los 'manes', que representaban los espíritus de los antepasados, y los 'lares', protectores del hogar.
Esta religión tan sencilla no exigía ninguna creencia, pues no tenía dogmas. Mediante sacrificios y ofrendas la familia procuraba obtener la protección de los dioses.
A medida que los romanos conquistaban tierras y se ponían en contacto con otros pueblos, fueron adoptando otras religiones, en especial la de los griegos. De tal modo, llegaron a tener una mitología calcada de la griega, en la que sólo variaban los nombres de los dioses.
EL DERECHO ROMANO. Para regular las relaciones entre los miembros de la familia y entre las distintas familias, los romanos fueron creando una serie de leyes con verdadera conciencia jurídica, es decir, basadas en el concepto del individuo y de las relaciones entre los individuos. Ningún otro pueblo de la Antigüedad había sabido crear un derecho que regulara con tanta perfección las relaciones sociales, y por eso el derecho romano no ha desaparecido, sino que pervive en muchos aspectos del derecho de las naciones de cultura occidental. Por ejemplo, de procedencia romana es el concepto de patria potestad, el derecho de propiedad y el de sucesión, los contratos.
EL GOBIERNO REPUBLICANO DE ROMA. Al expulsar a los etruscos, los romanos fundaron la República, esto es, un gobierno realizado por los ciudadanos. Sabemos que en principio sólo los patricios tenían derecho a participar en el gobierno, pero que posteriormente todos los ciudadanos romanos podían intervenir en él. Ahora bien, los habitantes de los territorios dominados por Roma no tenían derechos políticos, porque no eran ciudadanos romanos, aunque a partir del siglo III d. de J.C. todos los habitantes del Imperio Romano tuvieron el derecho de ciudadanía romana.
Los tres poderes que gobernaban Roma eran los comicios, los magistrados y el Senado.
Los comicios eran asambleas del pueblo, reuniones de los ciudadanos romanos, para votar las leyes y elegir a los magistrados. Había dos clases de comicios: los centuriados, que tenían carácter militar, y los tribunicios, constituidos por los plebeyos.
Los magistrados eran elegidos por un tiempo determinado, por lo general un año, y era un gran honor para un romano ocupar alguno de estos cargos.
El Senado era el poder supremo de Roma. Estaba constituido por 300 senadores vitalicios, que eran elegidos por los censores entre los ciudadanos ilustres que habían ocupado varias magistraturas. La labor de los senadores consistía en aconsejar a los magistrados, pero en realidad el Senado dirigía la política y la economía de Roma, pues como los cargos eran vitalicios, las ideas políticas del Senado tenían más continuidad que las de los magistrados, que cambiaban periódicamente. Además, el Senado gozaba de un gran prestigio por su firmeza y su patriotismo.
EVOLUCIÓN DE LA POLÍTICA ROMANA. Al principio, el Senado y los magistrados sólo gobernaban la ciudad de Roma, pero a medida que los romanos fueron conquistando tierras, el Senado las gobernaba también y así el Senado y los magistrados de Roma llegaron a gobernar todo el Mediterráneo, lo cual originó, necesariamente, una evolución del sistema político romano.
Las grandes conquistas aportaron muchas riquezas a Roma y produjeron cambios en la economía y la sociedad. La mano de obra fue abundante y barata a causa del elevado número de esclavos prisioneros de guerra, y de las tierras conquistadas llegaban trigo y otros productos alimenticios en abundancia, lo cual arruinó a los pequeños propietarios campesinos.
Estos profundos cambios originaron a lo largo del siglo I a. de J.C. graves luchas civiles entre los pobres (partido democrático) y los ricos (partido aristocrático), a causa de las cuales el Senado perdió su prestigio y tuvo que dejarse dirigir por una personalidad destacada.

jueves, julio 17, 2008

Teotihuacán

Máscara funeraria del periodo clásico de TeotihuacánSituada en el corazón del altiplano, al noroeste del valle de México, se levanta la gran Teotihuacán. Su origen está en el aglutinamiento de los grupos que vivían en el valle durante el Formativo (1500 a.C - comienzos de nuestra era), integrándose en un solo grupo que captó y recogió parte de la población de los valles vecinos. Así se explica que la ciudad llegase a alcanzar los 22,5 km cuadrados de superficie y una población cercana a los 100.000 habitantes en su momento de mayor esplendor.
En la evolución de Teotihuacán se pueden distinguir 4 períodos:
I.Se construyen las pirámides del Sol y la Luna, lo cual indica que la ciudad fue en principio un centro ceremonial.
II.La ciudad toma sus características urbanas; se planifica la avenida central y hay una serie de barrios.
III.Auge y culminación del desarrollo de Teotihuacán; se dice que la ciudad llega a 100.000 habitantes.
IV.Decadencia del centro ceremonial y luego, poco a poco, de la ciudad.
Hacia el 100 d.C., el lugar de asentamiento se convirtió en un centro ceremonial, momento en el que se edificaron las pirámides de El Sol y de la Luna, comenzando la etapa urbana de la ciudad.

Pirámide de la Luna de la ciudad de Teotihuacán

Su organización era perfecta, dándose ya una planificación de la ciudad. Estaba ésta construida en torno a una gran calle orientada de norte a sur llamada Calzada de los Muertos, donde se situaban los edificios más importantes, y que partía de la pirámide de La Luna. De la pirámide del Sol partía otra calle, que cortaba en perpendicular a la anterior. Descendiendo por la calzada de los muertos se llegaba a la ciudadela, frente a la cual estaba el mercado. Se pueden distinguir barrios de nobles, como el Tetitla y Tepantitla. En la parte oriental estaban los talleres de los artesanos. Destacan también los palacios de Zacuala, Yayahuala y Quetzalpálotl, así como el templo de Quetzalcóatl.
En definitiva, Teotihuacán fue un gran complejo residencial, ceremonial, comercial y político, en el que la religión debió desempeñar un papel de primer orden, al permitir que el estamento sacerdotal ejerciera el poder máximo, organizando y disponiendo de las claves económicas.
Otro aspecto característico es la variedad y cantidad de artesanías que se dan. Así desde el punto de vista de la escultura se han hallado dos tipos de realizaciones escultóricas, cuya calidad está relacionada con sus dimensiones; las de gran tamaño apenas tienen relevancia, siendo toscas y rudimentarias, mientras que las de pequeñas y medianas dimensiones, realizadas sobre piedras apreciadas, tienen mayor importancia.
Más relevancia que la escultura tiene la pintura, caracterizada por estar realizada al fresco, sobre muros; es una pintura lineal, que dibuja con líneas negras lo que luego rellenará de color, sin que exista una gradación en el mismo; con frecuencia representa la figura humana, pero encarnando a un dios o sacerdote. La figura más repetida es Quetzalcóatl y Tláloc.
Por lo que se refiere a la cerámica, se corresponde con las diferentes fases en las que se divide la evolución de Teotihuacán. En la fase I, la cerámica enlaza con la del Formativo superior del altiplano. Es una cerámica pobre, monocroma y de formas sencillas. En la fase II aparece la dicromía y la policromía de forma rápida, quizá por la incorporación de artesanos. La fase III coincide con el auge completo de Teotihuacán, dándose una gran variedad de formas, de sistemas de decoración y de complejidad en las vasijas. Por último, en la fase IV pervive la cerámica anterior, pero con signos de decadencia; se trata de una cerámica peor hecha, con un colorido más claro y con un predominio de los llamados incensarios.
Más originales son las figurillas cerámicas, hechas a mano, con molde, rígida o móviles, macizas o huecas..., entre las que abundan las cabezas. Todavía no se ha llegado a interpretar su posible significado, aunque se puede tratar de figuras exvoto, protectoras de enfermedades...

Gran pirámide del Sol

La economía estaba centrada, fundamentalmente, en la agricultura, cultivándose el maíz, calabaza y frijoles. Hay que presuponer que se "importarían" productos de otras áreas, debido al gran número de habitantes que había en Teotihuacán. La dieta se complementaba con la caza, pesca y recolección de plantas.
Por lo que se refiere al comercio, era una de las formas de economía fundamentales. Según R. Stanley, el comercio de obsidiana fue fundamental en el auge y mantenimiento de la ciudad. Fue el motor de la vida económica de Teotihuacán y cuando ésta pierde las riendas del comercio, inicia un proceso de decadencia imparable, hasta el extremo de extinguirse de forma tal que cuando los aztecas llegaron al lugar, creyeron que allí habían vivido gigantes.
En cuanto a la sociedad se admite la existencia de dos estamentos, cada uno dividido en numerosos grupos interiores. El estamento sacerdotal sería el encargado de dirigir la vida religiosa y política de la ciudad, existiendo a la vez un grupo encargado de la administración de la misma. El estamento popular englobaría a campesinos, gente especializada en la caza y pesca, artesanos, grupos dedicados a la construcción, etc.

Centro ceremonial de Teotihuacán

La religión fue un motor importante en el desarrollo de tipo intelectual y en cuanto a que convirtió a la ciudad en un centro de peregrinación. Existieron dos grupos de deidades: las oficiales (Quetzalcóatl, Tláloc, Chalchiutlicue, Xipe-Tótec, Huehuetéotl) y las populares.
(En las imágenes -de arriba a abajo- máscara funeraria del periodo clásico de Teotihuacán, fechada entre los años 300-650. Está realizada en serpentina realzada con un mosaico de turquesas, nácar, coral y obsidiana y se conserva en el Museo Nacional de Antropología de México. En la segunda imagen: Pirámide de la Luna, primer periodo de la ciudad, entre el 100 y 200 a.C. En la tercera imagen: Gran pirámide del Sol, cuya base mide 225 por 222 m, y la altura 75. Más o menos de la misma época que la pirámide de la Luna es de los primeros tiempos de la ciudad, los de concentración de población, hacia el 100 d.C. Y en la última imagen, posteriormente a la edificación de las pirámides, la arquitectura se enriqueció con el uso de los elementos llamados "talud" y "tablero", que determinan el estilo propio de una ciudad cuyo apogeo se sitúa entre el 350 y 650. En la imagen se observa el centro ceremonial de la ciudad.)
Finalmente, comentar que entre los objetos más característicos de la cerámica de Teotihuacán destacan figurillas, vasos trípodes, muñecos con brazos y piernas articulados y jarros-silbato que emiten un pitido al llenarse de agua.

lunes, julio 14, 2008

Los reinos germánicos y el nacimiento de las nacionalidades

Cuando el último emperador romano fue destronado, sus territorios se disgregaron en varios reinos dominados por los pueblos germánicos. Se les llama, por ello, reinos germánicos, y los más importantes fueron: el de los ostrogodos en Italia, el de los visigodos en España y el de los francos en la Galia.

Europa a principios del siglo VI

Comienza entonces un nuevo periodo de la Historia, que se denomina Edad Media, porque está entre la Edad Antigua y los Tiempos Modernos. Dura desde el siglo V al XV.
Como los pueblos germánicos tenían una cultura inferior a la romana, pronto los dominadores fueron a su vez dominados por el espíritu romano, y así adoptaron el Cristianismo como religión y el latín como lengua. Por lo tanto, la cultura de los reinos germánicos es una derivación de la cultura romana, aunque empobrecida.
Del mismo modo, la economía deriva de la economía del Imperio Romano: las ciudades son muy activas y se practica el comercio por el Mediterráneo, pero como las industrias van decayendo, también decae el comercio, pues cada vez hay menos cosas para comprar y vender. Las guerras entre los distintos reinos dificultan los transportes y hacen peligrosos los caminos. Poco a poco, la economía se va empobreciendo, como la cultura, y va quedando reducida casi exclusivamente a la agricultura y la ganadería.
EL IMPERIO BIZANTINO. Mientras esto ocurría en el occidente de Europa, el Mediterráneo oriental seguía siendo un importante centro comercial, dominado por el Imperio Romano de Oriente, o Imperio Bizantino, porque su capital era Bizancio.
Los bizantinos tuvieron su época de mayor esplendor en el siglo VI, durante el reinado del emperador Justiniano, quien realizó algunas conquistas en Europa occidental y se preocupó por el desarrollo artístico.
Constantinopla, o Bizancio, fue durante la Edad Media la ciudad más próspera y rica de Europa; a ella llegaban las mercancías de Oriente (tejidos, perfumes, especias), pieles de Rusia y metales de Europa, que distribuía por todo el Mediterráneo.
Aunque el Imperio Bizantino se mantuvo hasta el siglo XV, fue perdiendo territorios y poder desde que en el siglo VII aparecieron en la Historia los árabes, grandes conquistadores.
EL REINO FRANCO. El reino de los francos en la Galia fue muy extenso. Ocupaba no sólo la Francia actual, sino también territorios de Italia, Suiza, Alemania, Bélgica y Holanda. Su rey Clodoveo se convirtió al catolicismo a fines del siglo V, y con ello consiguió la adhesión de los galorromanos, constituyendo así un reino fuerte y poderoso.
Sobre el derecho romano que hasta entonces había imperado y que conocía las leyes de sucesión y de herencia, predomina ahora el derecho germánico y los reyes reparten sus reinos entre sus hijos como si fueran propiedades patrimoniales.
A principios del siglo VIII, sube al trono una nueva dinastía, que recibe el nombre de carolingia porque su rey más importante fue Carlomagno, gran figura de la historia europea. Carlomagno conquista extensas tierras de Europa occidental: gran parte de Alemania, Norte de Italia, y aspira a dominar el Occidente europeo, pues se considera heredero del Imperio Romano y quiere rehacer su autoridad. Por ello, se hace coronar emperador por el Papa en la noche de Navidad del año 800.
EL NACIMIENTO DE LAS NACIONALIDADES. Pero en realidad, el sueño de Carlomagno no se cumple, porque después de su muerte resulta muy difícil mantener la unidad de su Imperio y la autoridad del emperador franco no es respetada en toda Europa como había sido la de los emperadores romanos.
El hijo de Carlomagno, Luis el Piadoso, divide las tierras del Imperio entre sus tres hijos. Al primogénito, Lotario, le deja el título imperial junto con los territorios italianos y el valle del Rin. A Carlos el Calvo las tierras occidentales y a Luis las orientales.
Contra el emperador Lotario se levantan sus hermanos, que le vencen y le obligan a firmar el tratado de Verdún. Este tratado es muy importante, porque se considera que es el comienzo de las nacionalidades europeas: nacen a partir de ahora los países que se denominarán Francia, Italia y Alemania.

Tratado de Verdún

Sin embargo, la idea imperial no se pierde, pues después del fin de la dinastía carolingia Otón I de Alemania obtiene el reino de Italia y se hace coronar emperador en el año 962. Nace así el llamado Sacro Imperio Romano-Germánico.
LAS NUEVAS INVASIONES. Pero cuando parece que Europa está estabilizada y ha encontrado su camino después de la caída del Imperio Romano, se inician nuevas invasiones de pueblos bárbaros que serán muy difíciles de contener. Ya en el siglo VIII los árabes han conquistado la Península Ibérica, y han intentado penetrar en la Galia.
Aparecen después los normandos, hábiles marinos, que procedían de la península escandinava y saqueaban constantemente las costas atlánticas europeas, llegando a penetrar en el Mediterráneo. Los normandos se establecieron principalmente en el norte de Francia, en la Gran Bretaña y en Sicilia.
En el siglo X aparece un nuevo peligro en el este de Europa: son los húngaros, que penetran hasta tierras francesas; aunque vencidos por Otón I se establecen al fin en la llanura que de ellos llevará el nombre de Hungría.
Ante estos peligros, la organización creada por los carolingios se deshace, los condes se convierten en señores casi independientes, que gobiernan hereditariamente su condado, y Francia, Italia y Alemania se dividen en numerosos principados. Está naciendo el feudalismo.

viernes, julio 11, 2008

La península arábiga, Mahoma y la doctrina del Islam

El Islam nació en Arabia. Era ésta una península semidesértica, con unas pocas zonas relativamente florecientes. Predominaban los nómadas o beduinos, que tenían una organización tribal muy fuerte y una religión animista.
En las regiones húmedas había sociedades más desarrolladas, especialmente en el Yemen, al suroeste. Al mismo tiempo el desarrollo del comercio había permitido el nacimiento de algunas repúblicas de mercaderes, por ejemplo, en La Meca. Así, junto al tradicional mundo nómada se había constituido una economía mercantil, lo que había permitido disolver la sociedad tribal y batir en retirada a la religión animista, dando paso en su lugar a religiones de tipo individual, como el judaísmo y el cristianismo. Pero éstas eran ideologías extranjeras, ligadas a las potencias en lucha por el control del mercado árabe. Se necesitaba un estado genuinamente árabe, guiado por una ideología propia, adaptado a las nuevas condiciones existentes pero suficientemente próximo al mundo beduino.
MAHOMA Y LA DOCTRINA DEL ISLAM. En este ambiente nació Mahoma, a fines del siglo VI, en La Meca. Pertenecía a la rama más pobre de una tribu de la ciudad. Después de una vida difícil, a los veinticinco años entró al servicio de una rica viuda, Khadija, con la que se casó. Mahoma se retiraba con frecuencia a meditar en la soledad. Un día tuvo el convencimiento de que se le había aparecido el arcángel Gabriel y le había ordenado predicar. Mahoma se creyó elegido por Allah (la divinidad) para recitar las revelaciones que le transmitían Gabriel o el espíritu divino. Mahoma hablaba de la proximidad del juicio final y proclamaba la necesidad de someterse a la voluntad de Allah y obedecer sus mandatos.
El año 622 abandonó La Meca, dirigiéndose a otras ciudades (es el comienzo de la hégira o era de los musulmanes). En Medina desarrolló una importante labor como jefe teocrático. Entró en lucha con los de La Meca hasta que el año 630 consiguió regresar triunfalmente a su ciudad. Poco después moría, pero su doctrina se había difundido con enorme rapidez por Arabia.
La religión islámica se caracterizaba por la simplificación de sus conceptos teológicos, la rigurosidad de sus principios éticos y la esplendidez de las promesas que se ofrecían al fiel. La doctrina era de fácil comprensión, pues se basaba en el monoteísmo más puro. Mahoma era un simple profeta que transmitía la palabra de Dios, pero no compartía su divinidad. El fiel debía de someterse a la voluntad de Allah (Islam significa sumisión) y cumplir un código de conducta, que incluía la profesión de fe, la oración, el ayuno, la limosna y la peregrinación. El cielo que esperaba al creyente era de una gran atractivo, con abundantes placeres. El texto que recogía los preceptos divinos era el Corán, compuesto después de morir Mahoma. El Islam no prescribía un sacerdocio especial. El califa era el dirigente de la comunidad religiosa y, por tanto, el jefe político máximo. Se admitían los esclavos y la vida social se fundaba sobre la noción de comunidad.

jueves, julio 10, 2008

Valores individuales de la cultura griega

La característica fundamental de la cultura griega es el concepto de la libertad del hombre. Esta idea de la libertad ha llegado a nosotros juntamente con otros aspectos culturales griegos, y queda patente en el deseo del hombre actual de dirigir su propio destino y de participar en el gobierno de los pueblos. Podemos encontrar este concepto griego de la libertad en las formas de gobierno: la polis y la democracia.
LA POLIS. El centro político de cada uno de los pequeños Estados griegos era la polis, o ciudad, y cada comarca-estado tenía un gobierno, un ejército y un sistema económico propios. Las polis más importantes fueron: Atenas, que gobernaba la comarca del Atica, y Esparta, en Laconia.
Frecuentemente las polis griegas luchaban entre sí, pero a principios del siglo V a. de C. todos los griegos se unieron para luchar contra los persas, que habían constituido un gran imperio en Asia y habían invadido Grecia. Los persas fueron vencidos, y este triunfo dio una gran importancia a Atenas, cuya marina había contribuido en gran manera a derrotar a los persas.
LA DEMOCRACIA ATENIENSE. En un principio, Atenas, como las demás polis griegas, había tenido un gobierno monárquico y el Estado era dominado por los nobles, que eran los dueños de las tierras. Pero cuando los atenienses empezaron a desarrollar su expansión marítima, adquirieron importancia los artesanos -que fabricaban los objetos- y los comerciantes -que los vendían-. Partiendo de la idea de la libertad e igualdad de los hombres, los ciudadanos atenienses empezaron a intervenir en el gobierno. Así surgió la democracia (gobierno del pueblo).
Aunque esta forma de gobierno se fue formando lentamente, se puede considerar como creador de la democracia a Clístenes, un atenienese de fines del siglo VI a. de C. La democracia partía de la base de que los ciudadanos de Atenas debían gobernarse a sí mismos y, por tanto, tenían todos derecho al voto y a ser elegidos para los cargos del gobierno.
Ahora bien, no todos los habitantes del Atica eran cosiderados ciudadanos. Sólo eran ciudadanos los nacidos en el Atica de padre y madre atenienses. Así, aunque la población del Atica se acercaba al medio millón, sólo unos 30.000 eran ciudadanos con todos los derechos (150.000 contando a sus mujeres y sus hijos). Más numerosos, pero sin derechos políticos, eran los metecos, o extranjeros (unos 70.000) y los esclavos (200.000).
Los ciudadanos eran los dueños de las tierras, y todos tenían los mismos derechos, sin diferencias de pobres y ricos. Mientras unos cultivaban los campos, otros se dedicaban a la artesanía y al comercio, actividades en las que también intervenían los metecos. Todos los ciudadanos se reunían en una asamblea general, denominada Ecclesia, en la cual se votaban las leyes y se elegían los magistrados.
Los magistrados eran los funcionarios que desempeñaban la función pública durante un año. Los más importantes eran los estrategas y los arcontes. Los diez estrategas dirigían el ejército y la marina. Los arcontes, que también eran diez, se ocupaban de presidir las ceremonias religiosas y algunos tribunales.
La máxima autoridad de Atenas la poseía la Bulé, o Consejo de los Quinientos, constituido por 500 ciudadanos elegidos a suerte por un año. La Bulé redactaba las leyes, controlaba a los magistrados y dirigía los asuntos públicos.
EL SIGLO DE PERICLES. Una vez terminada la guerra contra los persas, Atenas inicia su época de mayor esplendor: posee un imperio comercial a través de numerosas colonias en el Mediterráneo; las obras de sus artesanos son muy aprecias; su organización democrática funciona con perfección; sus escritorees y artistas son magníficos y la ciudad se cubre de bellos monumentos. A estos años, que corresponden a la segunda mitad del siglo V a. de C., se les conoce con el nombre de siglo de Pericles, quien dirigió la política ateniense durante varios años.
Hay que entender esto bien. Pericles, que pertenecía a una noble familia ateninese, no era jefe ni gobernante de Atenas; en realidad, no era más que uno de los diez estrategas, pero fue elegido durante quince años consecutivos. Sus dotes políticas, su facilidad de palabra y su extraordinario prestigio hacían que todas sus opiniones fueran tenidas en cuenta por los demás magistrados y por la Ecclesia, y por ello podemos decir que dirigía la política ateniense.
Durante la época de Pericles, Atenas, por su poderío económico y comercial, dirigía la política de todas las polis griegas. Sin dominarlas, como Pericles en Atenas, Atenas gobernaba en Grecia.

miércoles, julio 09, 2008

Alexander Graham Bell

Alexander Graham BellCuando en octubre de 1876 los asistentes a la Gran Exposición de Filadelfia (Estados Unidos) presenciaron abismados el funcionamiento de uno de los más importantes inventos de las comunicaciones, el teléfono, ignoraron que su autor, un joven de apenas 28 años, había llegado a esa meta... por amor.
La vida de Alexander Graham Bell fue una sucesión de actos de comprensión, ajenos en general a la vida de quienes serpentean el árido camino de la investigación.
Nacido en Edimburgo (Escocia), el 3 de marzo de 1847, Bell, hijo de un elocucionista profesional, Merville Bell, pasó su infancia haciendo demostraciones del sistema de "lenguaje visible" que había creado su padre. Cuando su madre se vio afectada por una intensa sordera, Bell dedicó todos sus esfuerzos de joven a enseñar a hablar a sordos y sordomudos.
A los 24 años los médicos le diagnosticaron un principio de tuberculosis. Sus padres, angustiados, decidieron entonces emigrar desde la húmeda capital inglesa hacia Canadá, donde Bell no sólo se recuperaría, sino que adquiriría fama por su peculiar pedagogía.
Sus éxitos fueron sucesivos. Tras desempeñarse como profesor en Nueva Inglaterra, fue llamado a Boston para ocupar la cátedra universitaria de Fisiología Vocal. Allí, Bell conoció a una muchachita de 17 años, sorda desde hacía trece, llamada Mabel Hubbart.
La enfermedad de Mabel, a quien haría su esposa dos años más tarde, se convirtió entonces en una obsesión para el catedrático. Inspirándose en la famosa obra de Helmholtz, 'Tonempfindungen', Graham Bell comenzó a practicar investigaciones en busca de lograr construir un aparato que pudiera, en alguna medida, aliviar la enfermedad de su esposa.
Alexander Graham Bell
Trabajando con la desesperación del enamorado y la profundidad del sabio, Bell se sumió en un mundo de diapasones, manipuladores y electroimanes. Y así, el 10 de marzo de 1876, un año después de contraer matrimonio con la hermosa y desvalida Mabel, Alexander Graham Bell inventaba el teléfono. Había logrado sólo limitadamente su objetivo inicial, pero había aportado así al mundo uno de los instrumentos más útiles.
Tras cuatro años de incursiones diversas y de haber montado una compañía propia que debía defender contra toda clase de presiones, repentinamente Bell abandonó el campo de la invención
neta, para dedicarse a "cualquiera de sus propias cosas", a sus "hobbies", en su propio lenguaje.
Tal vez el rasgo más característico de este joven inventor del siglo XIX fue la increíble superficialidad con que tomó su propio éxito. Mordaz, a veces hiriente, otras risueño y comprensivo, Bell pasó muchas horas de su vida minimizando su propia obra o haciéndola objeto de burlas sarcásticas. Sostenía insistentemente que se negaría siempre a usar ese "odioso aparato", perturbador de la paz hogareña, que él mismo había inventado. Con idéntico estilo se burló más tarde de otro invento suyo, un sistema para purificar y tornar potable el agua de mar.
Otro de los inventos de Bell fue el fotófono, instrumento capaz de transmitir sonido en un haz de luz, y también creó un aparato fonográfico. Su inquietud de saber lo llevó a realizar estudios y experimentos de algún éxito en el problema del vuelo mecánico, al mismo tiempo que publicaba numerosos trabajos sobre distintas materias relacionadas con temas científicos.
Siempre afectado por el mal de su esposa, Bell fue el fundador de una organización norteamericana destinada a promover la enseñanza de los sordos en el uso de la voz y participó en la oficina Volta que estudiaba todos los avances en el conocimiento de la sordera. También presidió la Sociedad Nacional de Geografía y dirigió el Instituto Smithsoniano por mandato del Congreso en 1898.
Sus trabajos sobre técnica de la enseñanza de los sordos y la mecánica de la voz abrieron nuevas posibilidades para superar esta deficiencia humana y en la actualidad son básicos para quienes se interesan en trabajar en esta especialidad.
Hasta su muerte, ocurrida en agosto de 1922, trabajó con intensidad en diversos proyectos, pero sus resultados no fueron de la importancia que tuve con el teléfono.

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