Historia en Libertad

domingo, julio 06, 2008

Los mochicas

MochicasEl ámbito geográfico de la cultura Mochica abarca una amplia zona comprendida entre los valles de Lambayeque y Moche.
Por tratarse de una cultura costera, la arquitectura es fundamentalmente de adobe, y por tanto muy deteriorable.
La construcción característica son las pirámides, entre las que destacan la Huaca del Sol y la de la Luna, construcciones monumentales de adobe en las que la pirámide en sí misma es un basamento paara dar culto en la parte alta posiblemente a fenómenos de tipo cósmico, al sol, luna y estrella. No hay escaleras de acceso, sino rampas. En la parte superior hay, generalmente, un altar o trono (o ambos).

Mochicas

La Huaca del Sol se calcula que está construida con más de 50 millones de adobes, en ampliaciones sucesivas, siendo sus dimensiones 228x136x50 m de altura. La de la Luna tenía unas medidas algo inferiores a la anterior: 80x60x21. En su interior debieron existir restos de pintura mural, hoy no conservados prácticamente en nada, conocidos como 'La Rebelión de los Objetos', que ocupa prácticamente todo el muro frontal.
La arquitectura residencial debió de ser de planta rectangular y con cubierta a dos aguas, a juzgar por las manifestaciones cerámicas.
Por lo que se refiere a la cerámica, se trata de una cerámica escultórica, en la que predominan los modelados. Se caracteriza por ser polícroma, teniendo dos colores básicos: blanco-ocre, y rojizo-marrón. Es una cerámica en la que los motivos son variados: figuras humanas, animales,... Suelen ser motivos realistas. Sólo en las fases primeras aparecen cabezas de felino o cabezas de serpiente. Hay incluso escenas de caza modeladas.

Mochicas

Se ha dicho que los mochicas representaron en su cerámica toda su vida: religiosa, cotidiana, sexual. Muchas vasijas son retratos de jefes de gente común. Su tipología es variada; predominan las vasijas de asa estribo, lo cual viene de la época Chavín. En principio el asa estribo es parte integrante de la estructura de la vasija, pero después, cuando son figuras humanas las que aparecen, se puede prescindir de ellas, quedando una escultura hueca. No obstante hay vasijas que presentan cuello en lugar de asa.
Rafael Larco-Hoyle ha distinguido cinco fases dentro de la cerámica mochica. La primera tiene cierto arcaísmo, manifestado en la presencia de un reborde grueso en la parte superior del cuello. Son de tamaño pequeño y no presentan mucho modelado. Su aspecto es sólido, de paredes gruesas y cierta tendencia hacia las formas achatadas. Los motivos que aparecen decorándolas recuerdan a los de Chavín, pudiendo derivar de ellos. En las tres fases siguientes se produce un gran desarrollo de la plástica, pudiendo prescindir perfectamente del asa estribo. En la fase V, aunque también en la anterior, se transforma en cerámica pictórica, representándose escenas muy variadas que cubren toda la vasija.

Mochicas

Por lo que se refiere a su economía, estaba basada en la agricultura, aunque sin abandonar la pesca y caza. Su sistema social se inscribió inicialmente en un esquema de grupo dirigente con dedicación también a las tareas religiosas, políticas y defensivas, aunque después aparecería un grupo especializado en fines militares. Por debajo de éste estaría el grupo popular, y al parecer también esclavos, consecuencia de las guerras.
(En las imágenes -de arriba a abajo-: Diversos vasos mochicas que datan de entre el 200 a.C. y el 800 d.C. La primera es un vaso retrato de barro cocido que se conserva en el Museo del Hombre de París. La segunda es una vasija polícroma de barro cocido, del valle de Moche (norte de Perú). La tercera un retrato sorprendentemente realista, también de Moche, igualmente utilizado como vasija. Y la última imagen es una cerámica que muestra una escena de felación, también en barro cocido. -Menos el de París, todos se conservan en el Museo Nacional de Arqueología de Lima.)

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